viernes, 26 de octubre de 2007

78KM/H

La vida a 78 kilómetros por hora.
Por: Leonardo Scarano.


Dicen que a las armas las carga el diablo en persona.
Dicen que solo están hechas para matar.
Dicen que aunque el motivo por el cual utilizar un arma este justificado por la bandera del bien y la paz, estas se revelaran ante la inventiva de la humanidad.


Con solo citar el horror de un fusilamiento o una bomba atómica (no es necesario hacer diferencia alguna, el resultado de ambos actos es atroz) podemos con certeza demostrar el verdadero y único fin de las armas.
Entonces, ¿Por qué pensar que un arma podría salvar a las futuras generaciones de la negligencia humana actual?


78km/h nos muestra una nueva tragedia en el largo transitar de la vida del hombre.Todo se origina cuando a un gobierno se le ocurre, por primera vez en la historia, hacer algo por el mundo. Destinando el 5% del presupuesto militar, dicho gobierno, logra crear un misil que al explotar en la capa de ozono pueda repararla, cerrándola completamente.



Pero algo sale mal. Un error de cálculo, un estigma de la suerte, una desgracia producida por la propia mano del hombre. El misil que formara parte de la esperanza futura, termina siendo la desgracia presente.


La nueva atmosfera (luego de la explosión) no filtra los rayos del sol, sino que los magnifica, aumentando su poder destructivo. La temperatura pasa de registrar 23 grados centígrados a 500 grados en solo un segundo.



En este punto el guión nos presenta una mágica metáfora: Lupa y hormigas.


Con maestría 78km/h ejemplifica el calvario humano como un juego de niños.


¿Quién de chico no tomo una lupa e intento hacer arder a una pobre hormiga? ¿Quién no anhelo ser juez y sentenciar a la hormiga a una muerte horrorosa? ¿Quién no observo el sufrimiento de este ser frente al absoluto calor producido por el sol y el aumento que la lupa hace de este?


Pues bien, piensen por un segundo que la lupa ahora es la vanagloriada capa de ozono y las desdichadas hormigas son la humanidad toda.
Es así como los hombres cayeron presa de un error por la utilización de las armas, como simples hormigas.


Las personas al otro lado del planeta, que aun permanecia a oscuras producto de la noche, lograrón ver (mediante internet) el sufrimiento humano.


Lograron ver como los hombres yacían en el suelo con la piel dada vuelta conjuntamente con horrores que le quitaría el sueño a los mismísimos demonios del averno.


No obstante, la osadía de los hombres no se conformo solo con esta catástrofe. Otra nación (nadie sabe bien por que) intento atacar al país responsable de la tragedia planetaria lanzándole todo su arsenal. Pero otro error (nuevamente las armas juegan con el azar del hombre) hizo detonar a todo un armamento al mismo tiempo, causando una explosión termonuclear inimaginaria.


Pero… ¿Quién diría que semejante calamidad seria la salvación?


Tal impacto redujo la velocidad de rotación del planeta.


Viajando a 78km/h se puede escapar constantemente de la luz del día. Obviamente esto no podría saberse, lo descubrieron aquellas personas que por pura inercia tomaron sus autos, algunos víveres y comenzaron un eterno viaje de supervivencia alrededor del mundo.


La historia se concentra en el último remanente de la raza humana que consiguió sobrevivir a semejante calamidad. Personas que lograron mantener funcionando sus vehículos. Personas que a pesar de estar sometidas a la mayor perdición, demuestran que siempre hay una salida. Personas que ya no diferencian el día de la noche, que no conocen la luna y cuyas pesadillas la protagoniza un sol que todo lo pulveriza. Este grupo creo una ciudad ambulante formada por cientos de vehículos unidos entre si: La Salamandra. Su mundo dentro de un mundo perdido.


Estas personas (las futuras generaciones a las que se trato de proteger de los rayos ultravioletas y se las condeno a un infierno terrestre) ya no conocen lo que es el estatismo. Creen que están quietos y es el mundo el que se mueve rápido. De estas personas se destaca Chesterfield Tacuarembó, un héroe con un pasado enigmático, quien será la clave para la futura salvación.


Todo recuerdo del pasado de una civilización quedo reducido, literalmente, a cenizas.


A su vez, los sobrevivientes tendrán que enfrentarse a dos especies que sobrevivieron y lograron adaptarse al nuevo clima: Una animal y otra humanoide.


Ahora bien, solo dos interrogantes, propios del albedrio humano, quedan por responder:
Primero, ¿Si la humanidad podrá enfrentarse a estas nuevas especies y escapar de la muerte que los amenaza desde el cielo?;
y segundo, ¿Si alguna vez los hombres volverán a saber lo que es vivir sin miedo?
Las respuestas las encontraran dentro de este excitante comic.


78km/h es una novela grafica coloreada en escala de grises.
Dicha novela fue editada dentro de la revista Bastión Unlimited en su séptimo volumen, donde se inaugura un nuevo formato de edición.
El guión (dotado de una estupenda narración y diálogos de asombrosa realidad) esta a cargo de Mauro Mantella y al arte esta realizado de manera brillante por Tomas Aíra y Germán Nobile.